La investigación destaca la importancia de incorporar políticas institucionales que promuevan el bienestar integral del docente, entendiendo que su estado físico y emocional impacta directamente en la calidad de la enseñanza. Se propone además que las universidades desarrollen programas de salud ocupacional y prevención del estrés, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Entre los síntomas mencionados por los participantes se encuentran el estrés, la ansiedad, la irritabilidad, el cansancio crónico y la disminución de la motivación. Asimismo, se registraron casos de afecciones físicas como hipertensión arterial, sobrepeso y dolores musculares. El sedentarismo, la mala alimentación y el descanso inadecuado también aparecen como riesgos significativos.
Con este valioso aporte, la profesora Rossana reafirma el compromiso académico y humano de la Universidad Americana con la investigación y la mejora continua de la educación superior en el país.



